Umberto Eco, en mas de una ocasión, se ha referido en su obra al origen de los mitos y a estudiado a los mismos en el entorno mas naif imaginable: las aventuras de tebeo, lugar donde los mitos han calado profundamente, porque, acaso, no exista mito mas grande hoy por hoy en el mundo que el de Superman o Batman.
Ambos personajes, nacidos en la década del treinta, se convirtieron en mitos populares, y basta invocar su nombre para que todo el mundo sepa de quien esta hablándose, sin necesidad de agregar ningún otro detalle, ni siquiera Clark Kent, ni siquiera Bruce Wayne. Uno dice Superman, y todo el mundo sabe que hace referencia al hombre de Kripton que tiene superpoderes y cuyo único enemigo real es Lex Luthor, un genio científico y, por si fuera poco, multimillonario.
Pero, como existen superheroes que perduran en la memoria de la humanidad, también existen antiheroes, surgidos, muchos de ellos, paradójicamente o no, en la misma época en la cual surgieron los superheroes. Por ejemplo, John Dillinger es un antiheroes, un hombre que, segun su leyenda, robaba a los ricos para darle a los pobres; Bonnie and Clide son antiheroes, una pareja que, también robaba a los ricos para darle a los pobres; Mate Cocido, también, es un antiheroe, un héroe que, perseguido por la policía, atacaba los convoyes del ferrocarril inglés para devolverle a sus paisanos el dinero que este le había quitado.
En fin, todos ellos son ejemplos del antiheroe bueno, el ladrón que roba a los ricos y devuelve el dinero a los pobres. Sin embargo, hoy ya no tanta gente cree en ellos, porque los españoles de a pie, vivan en Cantabria, vivan en Cáceres, vivan en Cádiz, Madrid o Barcelona o Castellón, saben que ya no existen superhombres justicieros y ellos pronto pueden convertirse en una victima mas, en un numero que decore uno de esos informes que periódicamente muestran los canales, razón por la cual quieren una solución real, una respuesta que exista hoy en día que los ayude a estar seguros y volver a dormir tranquilos en sus casas.
La respuesta a esa pregunta inquietante puede resumirse en una palabra: Luvematic. Con varias décadas en su haber en todo lo relacionado con la fabricación, instalación, distribución y venta de puertas automáticas y puertas de garaje en Madrid, Luvematic asegura a través de sus productos la seguridad de un hogar.
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